Bienvenidos a Sensoji.
Nada mas llegar alli tienes la sensacion de haber retrocedido a la era Edo, la arquitectura de la zona, la decoracion de las tiendas y por encima de todo Sensoji, el templo sintoista mas importante del mundo. Todo el recinto te recuerda poderosamente a mangas como El lobo solitario o peliculas como Los 7 samurais, incluso peque*os detalles como los adoquines o las piedras del camino te dan la sensacion de estar en otra epoca. Sin duda, una sensacion inolvidable.
Uno de los paisajes de los que os hablaba.
Ya dentro del templo puedes "descubrir" tu fortuna agitando un recipiente octogonal del que sale un palito con el kanji de algun numero, despues buscas el cajoncito con tu numero y sacas de alli un papel en el que aparece como sera tu futuro. El de "B" era bastante malo la verdad (hasta iba a arder el cielo), el mio por el contrario era fabuloso: conocido en toda la zona, respetado, sin problemas para encontrar casa y trabajo (se nota que no estan en Espa*a XD) y ademas me decia que pronto encontraria a mi persona ideal (mierda, se me acabo la libertad).
Una ceremonia previa al desfile.
Alrededor de la una de la tarde comenzo el desfile tradicional donde asisten centenares de familias ataviadas al completo con los kimonos tradicionales, algo verdaderamente llamativo para el espectador occidental. Los diversos grupos que desfilaron representaban un periodo de la historia del pais. Hasta la fecha ha sido el evento en el que he echado mas fotos. Por cierto, mi camara no gasta pilas, las engulle. No se si es la camara o si son unas pilas que compre cerca del templo bastante baratas. Espero que sea esto ultimo... aunque en teoria eran buenas (marca Sanyo), en fin ya vere que pasa.
El padre, el hijo, el espiritu santo y un tio que andaba por alli.
Ya pasadas las 4 de la tarde nos fuimos a comer para posteriormente volver a la residencia y asi poner al dia el correo y demas asuntillos personales (ya se sabe lo que pasa con las geishas, no puedes dejarlas solas XD). Nos vemos en el siguiente capitulo, mis querid@s sith.
Etiquetas: Crónicas Tokiotas