Breves pero excelentes novedades en esta nueva entrega de las Crónicas Tokiotas. Si recordáis hace unos días os comenté que el primo de Drhago estaba de "avanzadilla" en Japón. Bien, ya ha regresado, y ha traído consigo el encargo que le hice: ¡LAS ENTRADAS PARA EL MUSEO GHIBLI! Bueno, en realidad es un vale de reserva, la entrada te la dan (junto con un fotograma de un filme del estudio) presentando el resguardo en taquilla. Ya puedo verlo... los guardias de seguridad del museo acuden raudos para tratar de separar a un turista occidental de la estatua de Totoro (es decir a mi, porque "B" todavía no ha visto esa joya de Miyazaki :-P). También habrá problemas cuando me suba al Gatobús (reservado exclusivamente para niños) y no quiera bajarme de él. Pero lo mejor de todo es que la visita está concertada para el 2 de noviembre, día de mi 26 cumpleaños ¿cuanta gente puede decir que va a celebrar su cumpleaños con Nausicaä, Chihiro, y sobre todo con el citado Totoro? Le pediré que me lleve volando agarrado a su barriga ^____^
Mi Totoro azul vigilando las entradas y el mapa.
Y por si fuera poco, me ha pasado la dirección de unas japonesas amigas suyas (y de mi profesora), así que "B" y yo ya tenemos guías (y lo que se tercie :-D) para nuestra estancia. ¡Ah! y una última cosa, además de todo lo anterior, mi "enviado especial" me ha dicho que ha encontrado en Mandarake una figura de Dai Apolón por sólo 3000 yenes (unos 20 €). Sí cuando llegue todavía está, podéis apostar a que la susodicha se vuelve a Supein conmigo.
¿Será esta mi primera compra en Tokio?
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