Hay quien defiende que la historia es cíclica... quizás por ello Italia y España vuelven a encontrarse en cuartos de final. En 88 años el equipo nacional NUNCA ha conseguido derrotar a los azzurri, especialmente doloroso (para los que nos vamos haciendo mayores) es el recuerdo de hace 14 años cuando España, con una de las mejores selecciones que jamás ha tenido (exceptuando el portero) caía injustamente. Delanteros fallando solos delante del portero, cantada del cancerbero patrio, y lo más sangrante: jugador con la nariz rota por un codazo de un defensor italiano y el árbitro que se metió el silbato por donde la espalda pierde su casto nombre.

¿Cambiará hoy la historia? La verdad es que, tal vez porque siempre pasa lo mismo y la selección normalmente cae eliminada a las primeras de cambio, no soy muy optimista; Italia es la campeona del mundo, su defensa es espectacular y dominan a la perfección factores externos del juego como la intimidación, la marrullería, y para colmo son luchadores incansables. Pero... ¿por qué no? Imperios más grandes han caído, entre ellos el romano, y por lo menos hay que intentarlo. ¿Qué luego se pierde? Bueno, pues estamos acostumbrados, tampoco vamos a llevarnos las manos a la cabeza, suele pasarle al equipo nacional... ¡PERO HOSTIAPUTACAGONTOVAMOSPALANTEQUEHAYQUEMACHACARALOSQUELEPARTIERONLANAPIAALUISENRIQUE! Eso, que muchos años esperando vendetta y no me apetece esperar más.


¡Vengana, vendetta, revenge!