Hacía bastante tiempo que una serie no me atrapaba tanto desde el primer episodio. Normalmente para hacerme un fiel seguidor necesito alguno más, pero Pushing Daisies ha logrado algo que no suele pasarme muy a menudo: ENGANCHARME DESDE EL PRINCIPIO. Si la primera historia era buena la segunda no le va a la zaga.

Para aquellos que no sepáis de qué va os informo. Pushing daisies (literalmente empujando margaritas, aunque se trata de una frase que en inglés da a entender que estás muerto) es la nueva serie de la ABC para esta temporada. Cuenta la historia de Ned, un joven pastelero con el poder de devolver la vida a los muertos sólo con tocarlos... con dos condiciones:

1ª) Si resucita a alguien durante más de un minuto, alguien que esté cerca morirá en su lugar.
2ª) Si vuelve a tocar a quien haya devuelto a la vida, la persona morirá al instante, y no podrá resucitarla jamás.

Asociado con el detective privado Emerson Cod, Ned usa esta habilidad para devolver a la vida a víctimas de asesinato, preguntarles quién les mató, matarles de nuevo y cobrar la recompensa. Pero cuando Chuck, el amor su de infancia, es asesinada y no es capaz de volverla a matar, todo se complica...


Anne Friel interpreta a la encantadora Chuck.

Se trata de una serie deliciosa, mágica, optimista y vital, como si Jeunet y Burton se hubiesen unido para hacer una serie de TV. Las influencias de Amélie y Big Fish van más allá de lo puramente visual y están presentes por todas partes, pero sin que por ello la obra pierda su propia personalidad. Vamos, que no sé qué estáis esperando para empezar a verla y saborearla como es debido. Seguro que cuando lo hagáis cruzaréis los dedos, como yo, esperando que esta joya no sea cancelada y esté con nosotros el tiempo necesario para que la margarita de Bryan Fuller, el papá de la criatura y creador de la también genial (aunque prematuramente eliminada de la pantalla) Tan muertos como yo, florezca sana y fuerte.


¡Brindemos por su NO cancelación!

Nota de Apo: Serie no recomendada para todos aquellos sin imaginación, ganas de vivir, y que nunca se hayan enamorado.




Tráiler con el que seguro queréis más.

Etiquetas: Críticas televisivas