jueves, agosto 31, 2006, Invocado por Apo a las 9:26 p. m.
Érase una vez un niño llamado M. Night Shyamalan. Night adoraba las historias fantásticas, de hecho, a la joven edad de 36 años había dirigido ya unas cuantas.
Un día, el pequeño narrador decidió contar al mundo una historia titulada La Joven del Agua, en la que una ninfa de aquellas que antaño poblaban la Tierra y ayudaban a los humanos, volvía a nuestra realidad para plantar una semilla de esperanza entre los hombres.

Pero la labor no era sencilla, en absoluto, necesitaría la ayuda de grandes actores. Y los encontró. Paul Giamatti, sería Cleveland, un hombre miedoso y tartamudo, que una noche hallaría en la piscina de su bloque de pisos a una ninfa llamada Story. Pero, ¿quién podría hacer de Story? La respuesta se hallaba en El Bosque: Bryce Dallas Howard. La chica demostraría a todos que, a veces, una sola mirada tiene más fuerza que cualquier gran discurso.


Shyamalan y Paul Giamatti juntos durante el rodaje.

Centrados ya en la trama, M nos invitaba desde el principio, a través de su hermoso y minimalista prólogo, a surmergirnos en su sueño, a dejarnos llevar por la fantasía, como tantas veces habíamos hecho cuando éramos unos pequeños inocentes. Pero al igual que en la vida real, también hay personajes malvados, carentes totalmente de imaginación, que jamás quisieron cruzar la puerta de ese fantástico mundo propuesto por el narrador hindú. Para representarlos a todos ellos, Night, creó un crítico de cine, un personaje frío, solitario, hastiado y que creía conocer, desde su desprecio, las capacidades de la gente.
Por fortuna, a lo largo de la historia se demostraba que a pesar de los sufrimientos, sinsabores y padecimientos de la vida, los seres humanos no han perdido del todo su inocencia. Esa inocencia que te alienta a ayudar a una joven ninfa, a ser su guardián, su curandera, su aliado. Todo eso, mientras rememoras las lejanas noches en las que tu madre te arropaba y besaba después de haberte leído un cuento.
Queda poco para concluir, pero antes, sería injusto no mencionar a John Newton Howard, el músico fiel que acompañó al pequeño M durante muchos de sus viajes, y que creó para este relato unos sonidos tan hermosos que todavía flotan en el viento.


Story, la ninfa de Mundo Azul.

Bravo Shyamalan, bravo por haber demostrado que la fantasía es un genero que sin necesidad de "derroches" especiales, es capaz de emocionar.
Gracias Shyamalan, gracias por haberme recordado que una vez, hace mucho tiempo, creía de corazón en hadas, ninfas y dragones.
Colorín colorado.


Una de las mejores escenas de la película.

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2 Comments:


At 6/9/06, 15:13, Blogger Apo

Ahora sólo te queda verla y juzgar por ti mismo (ardua labor sin duda ^_^).

 

At 7/9/06, 2:48, Blogger Apo

Si te gustó esa te recomiendo otra del mismo director: BRAZIL, su mejor filme sin duda alguna.