miércoles, octubre 11, 2006, Invocado por Apo a las 6:53 p. m.
Quince días han pasado desde el anterior capítulo de este pequeño diario de viaje que son las
Crónicas Tokiotas. Quince días menos para el tan ansiado, deseado y soñado viaje a la capital nipona. Lo cierto es que tampoco hay mucho que contar, estoy buscando adaptadores para la clavija del enchufe que, de momento, sólo encuentro en un pack con adaptadores para otras partes del mundo. Tengo que seguir buscando, pero bueno, lo peor que puede pasar es que los compré en
Tokio. Hoy he ido, por fín, a cambiar los euros por yenes, pero resulta que el primo de
Drhago, que actualmente está en Japón (lo mandé como avanzadilla XD), acabó con las reservas de moneda japonesa en el banco. Así que me toca esperar una semana a que me traigan la pasta, aunque tampoco me preocupa en exceso. Cómo ya dije antes, lo peor que puede pasar es que lo cambie allí.
El billete de mayor valor: 10.000 yenes.Un hecho curioso, y bastante cansino, que me está llamando mucho la atención es que muchísimas de las personas que me conocen (compañeros de trabajo, amigos, conocidos y familiares), cuando les digo que me voy un mes a
Tokio me preguntan lo siguiente:
¿Por qué vas (o la otra modalidad
¿a qué vas?)
? A lo cual siempre respondo que lo hago por dos motivos (ambos de igual importancia):
- Razones profesionales: Perfeccionamiento del idioma nipón (que llevó estudiando más de un año) para así el próximo mes de junio poder hacer con garantías el Examen Oficial en la Embajada de Japón (dicha prueba es la única acreditración legal que existe para demostrar que sabes japonés). De este modo figurará en mi currículum que hablo cinco idiomas, lo cual me servirá (espero) para poder trabajar en lo que me gusta: la traducción y sus derivados.
- Razones personales: Desde mi más tierna infancia soy un fanático del manganime (cuando yo era joven la palabra otaku no "existía", eso llegó más tarde), me fascina la cultura oriental, especialmente la japonesa, y además me encanta viajar.
Pienso que mis motivos están claros ¿verdad? Pues bien, después de decirles eso, el 90% me pregunta a continuación:
¿A qué vas (o bien:
¿por qué vas?)
? Sí, mis queridos sith, tan real cómo la vida misma. Después de eso siempre tengo la duda de si es que les hablo en japonés sin darme cuenta, o bien es que su capacidad de entendimiento es bastante limitada... En fin, para concluir voy a dedicar a todas esas personas esta frase de
San Agustín:
El mundo es un libro, y aquel que no viaja sólo ha leído una página. Buenas noches y buena suerte, mis queridos sith.
Shinjuku de noche ¿aún preguntan el motivo del viaje? ^_^Etiquetas: Crónicas Tokiotas