La trama es la siguiente: después de unas semanas de chateo en Internet, Jeff (Patrick Wilson) y Hayley (Ellen Page) deciden dar un paso adelante y conocerse personalmente en una cafetería. Tras este encuentro, Jeff invita a Hayley a su casa donde tendrán lugar una serie de sucesos y revelaciones que, por respeto a todo aquellos que aún no podido visionarla, no destriparé aquí. Únicamente mencionaros (porque sino no puedo seguir con el artículo :-P) que temas como los abusos a menores y el engaño forman parte del alma de este "Caramelo amargo".
Ellen Page será la encargada de dar vida a Kitty Pride en X-Men 3.
Hard Candy reune los elementos necesarios para ser una película controvertida, puesto que consigue crear en el "inocente" (comillas irónicas) espectador el desasosiego de la contradicción moral. Su director, David Slade (que dirigirá en breve la adaptación cinematográfica de 30 días de noche) está obviamente en contra de la pedofilia. No existe en la cinta esa doble moral, ni la visión ligeramente permisiva sobre el asunto, tan de moda en algunos filmes de reciente factura. A pesar de ello, Slade dota a su película de un gran erotismo (sobre todo en una de las escenas finales) como en su día hiciera el gran Nabokov con su (nuestra) adorada Lolita.
Otro gran acierto del director es lograr, de forma casi absoluta, mantener el interés y la intriga en un obra protagonizada, en un 99%, por sólo dos personajes. Lo que puede igualarle en ciertos aspectos (y salvando las distancias, obviamente) con Bergman en Persona, y con Mankiewicz en La huella.
Como único defecto en este apartado hay que mencionar su uso abusivo de algunas secuencias, herencia sin duda del pasado de Slade como productor de vídeos musicales.
Patrick Wilson realiza su mejor actuación hasta la fecha.
Se trata pues de una película que se va desenvolviendo sin aceleros, desvelando todos los entramados con suma tranquilidad hasta el desenlace, obteniendo con ello un constante aumento de la intensidad. Todo esto, se apoya además en las soberbias interpretaciones de su duo protagonista y en uno de los mejores guiones del pasado año.
En definitiva, Hard Candy es una de esas obras de culto que tan escasamente aparecen en el cine actual. Es, sin ninguna duda, el thriller psicólogico que más "dolor" (físico y mental) ha logrado provocar(me) en los últimos años.
Etiquetas: Críticas cinematográficas