En el año 1.972 apareció en Japón una serie llamada a convertirse en leyenda, esa serie era Mazinger Z. Una serie que revolucionó el mundo de la animación, no sólo en Japón sino en todo el mundo. La “robotmanía” trajo consigo una serie de animes que imitaban el mismo concepto que su antecesor: super robot que salva al mundo. Naturalmente muy pocas de estas copias tuvieron un mínimo de calidad o éxito, y las que lo tuvieron eran también obra del papá de Mazinger. Pero como siempre hay excepciones, y Dai Apolón (UFO Senshi Dai Aporon en el original) era una de ellas.
FILE I: ORIGEN E HISTORIA
Este super robot surgió en Japón allá por el año 1.976, y en principio no debía tratarse de nada más que otra serie de super robots de las que tanto abundaban por aquel entonces y que (para colmo de males) se parecía más a otro anime del mismo tipo, Getter Robot, que tampoco es que gozase de una fama “im-prezionante”. Además el argumento no era muy original: El planeta Apolón es invadido por unos extraterrestres, procedentes del Planeta Dasán, que exterminan por completo a todos sus habitantes, con la excepción del “super científico” de turno, llamado Lavik, que escapa del planeta en el último segundo llevándose consigo la llave de energía (elemento indispensable en la construcción de Dai Apolón), y al único hijo (todavía un bebé) de los reyes de dicho mundo. Una vez que consigue escapar llega a la Tierra que será el lugar donde construirá el robot encargado de salvaguardar su nuevo “hogar”, y que como no, será pilotado por el príncipe del planeta Apolón: Takeshi, que crecerá en un orfanato, eso sí, siempre bajo la atenta mirada de su tutor Lavick.
Para trasladar este “original” argumento a la pantalla, se emplearon unas técnicas de animación que nada tenían que envidiar a las de Mazinger... pero claro, Mazinger era del año 72 y Dai Apolón del 76, por lo que las técnicas de animación habían evolucionado un poco, y la animación de esta obra se quedaba desfasada con respecto a otras series del momento.
El mecha más mecha de todos los tiempos.
FILE II:LOS PUNTOS FUERTES Y DÉBILES DEL MECHA
Y vosotros queridos lectores me preguntaréis: “¿es que esta serie no tiene ningún elemento digno de mención? ¿Por qué este artículo, que se supone que esta para reivindicar a este Clásico en su 30 cumpleaños, no cumple tal función?”, y yo os responderé: “Tranquilos, ahora viene lo bueno”.
Empecemos por la música. La banda sonora de Dai Apolón fue una de las mejores que se habían compuesto jamás para una serie de animación, no sólo por su increíble ending o por su espectacular y emocionante opening, sino también por las excelentes piezas musicales compuestas para acompañar los momentos más dramáticos e intensos, las cuales logran (musicalmente hablando) transmitirnos las sensaciones de los protagonistas, a pesar de que en ocasiones puedan parecer algo repetitivas.
Pero sin duda lo que hace que este anime merezca muchísimo la pena es sin duda la gran profundidad que alcanzan los personajes y su guión en algunos momentos, ya que mientras Mazinger repetía siempre el mismo esquema de episodio, es decir aparece un “malo”, Mazinger pasa ciertos apurillos pero logra finalmente vencerle. En Dai Apolón las cosas no son así (bueno, hay unos cuantos capítulos de ese estilo, pero 3 ó 4 capítulos de 26 no es una cifra espectacular) los capítulos se interrelacionan, los enemigos duran más allá de un capítulo, y como decía anteriormente los personajes son seres con una personalidad mucho más profunda que los de la serie protagonizada por Koji Kabuto. Estos personajes sufren, sienten miedo antes una batalla, discuten, algunos (al principio) no se soportan, en definitiva, quitando que tienen que proteger al mundo casi podrían pasar por personas “corrientes”.
Algún día lo encontraré...
FILE III: UN BUENO, UN MALO Y LAS INFLUENCIAS
1º) Takeshi (el mal llamado prota): al principio es un chico algo introvertido, tiene pocos amigos en el orfanato. Todo esto viene dado por la carencia de amor de madre que ha sufrido (o que él cree haber sufrido) desde que era un niño, pero encontrará una válvula de escape a sus problemas a través del fútbol americano, el deporte será lo que le acabe de hacerle salir del cascarón y relacionarse con el mundo, y decidirse a pilotar el Dai Apolón con el fin de proteger la Tierra y lograr su venganza(¡Diox! Un prota con malos sentimientos) contra los asesinos de sus padres, Los Dasán.
2º) Hiranik: es la mano derecha del Lider Dasán (el malo), al principio recuerda mucho al Barón Ashler, esto es, un tipo con tan “buena” suerte que siempre es derrotado ante Dai Apolón. Pero este personaje, que a primera vista puede parecer muy simple no lo es, de hecho tal vez se trate del personaje que más evoluciona a lo largo de la serie, porque si al inicio es el típico enemigo despiadado, conforme avanza la trama se va cuestionando la moralidad de sus ataques contra los humanos, hasta tal punto que acabará traicionando su jefe y tratará de ayudar a escapar a la reina Apolón (la madre de Takeshi, la cual no había muerto durante el ataque a su planeta).
Estos dos personajes son sólo una muestra de la “fauna” que habita en este anime, aun hay varios personajes que son tanto o más interesantes que los dos ya mencionados (el Líder Dasán, por citar a uno) pero necesitaríamos una web en exclusiva para hablar de todos ellos.
Y como no, una serie de esta calidad ha influido en otras posteriores, pero para no cansaros sólo mencionaré una: Evangelion. Si, aunque no os lo creáis eso de que el piloto sienta los ataques a su robot como propios o aquello otro de tener un protagonista más o menos sociable (aunque el caso de Shinji sea un caso perdido) ya existía en esta obra, a pesar de que muchos “otakus sabelotodo” digan que todo eso lo ha inventado Gainax. No hay nada nuevo bajo el sol amigos.
Aquí un friki, aquí unos amigos.
FILE IV: CONCLUYENDO
En este momento es cuando volvemos a las preguntas: “¿Por qué una serie de esta calidad no triunfó en su momento?” y la respuesta es bien sencilla: La Sombra de Mazinger es muy alargada, ya que las comparaciones con la serie de Go Nagai eran inevitables, y aunque en lo referente a guión y “psicología” de los personajes Dai Apolón era claramente superior, Go Nagai ya se había convertido (con merecimiento eso también) en el rey indiscutible de las series de mechas, y si esa “otra” serie no llevaba su firma ni siquiera se le daba una oportunidad, de hecho en España, Dai Apolón sólo se pudo ver en vídeo gracias a la desaparecida Chiqui Vídeo, no como la obra de Go Nagai que se emitió por Televisión Española (¡Increible! ¡La cadena pública emitía anime de mechas!), lo cual dificultaba aún más su posible éxito en nuestro suelo.
Por eso os pido queridos otakus y aficionados a la animación en general, que si podéis descargaros la serie por p2p (o el manga que llegó a editarse en los USA) no seáis Acebes (es decir tontos) y pasádmela... una vez que hayáis disfrutado de ella claro, y así podremos gritar juntos aquella frase que decía así: ¡APOLÓN GEDA! ¡APOLÓN TRUNGU! ¡APOLÓN LEDGA! ¡COMBÍNENSE!.
Nota de Apo: Artículo aparecido por primera vez en el Fanzine Zero. Posteriormente fue publicado también en la revista Shirase. Correcciones, actualizaciones y autor original del mismo, un servidor.
Etiquetas: Críticas de anime